MANTENIMIENTO DE PILOTES DE CONTROL
Mantenimiento de pilotes de control
Las actividades de mantenimiento para conservar una cimentación con pilotes de control en condiciones de trabajo son las siguientes:
1- Diagnostico del comportamiento estructural del inmueble a través de la siguiente información:
- Estudios o nivelaciones topográficas que permitirán conocer la inclinación y los movimientos originados en la cimentación, así como las tendencias de comportamiento que permitirán determinar las actividades pertinentes a realizar.
- Datos obtenidos en las revisiones oculares a los pilotes de control
2- Inspección técnica ocular a los pilotes de control, comúnmente es cada 6 meses y posterior a un sismo mayor o igual a 7° de intensidad; se verifican y anotan en un reporte lo siguiente:
- La deformación y condiciones del elemento deformable o cubos de madera y de las placas separadoras de dichos cubos.
- Las condiciones del puente o cabezal, de los tornillos, anclas y estabilizadores.
- Revisión del sello en los estoperos, (espacio anular entre el pilote y el dado estructural), en especial si presenta infiltraciones de agua freática.
- Inspección y levantamiento de fugas en sistema hidráulico y sanitario, cuyas redes pasen por la cimentación y además de efectuar levantamiento de infiltraciones en muros, losa, piso, etc., del cajón de cimentación.
3- Conservación de los dispositivos de control de los dispositivos mediante:
- Cambio de las celdas de deformación o elemento deformable.
- Recorte y cabeceo del pilote
- Limpieza y sellado del brocal retirando el sello anterior y limpiando el brocal de cualquier elemento que pudiera obstruir el libre paso del pilote a la cimentación y colocando un nuevo sello.
- Limpieza de husillos para eliminar óxidos y finos que pudieran afectar su cuerda, aplicándoles grasa nueva posteriormente.
- Raspado de cabezal, tuercas y anclas para eliminar el óxido adherido en estos elementos, aplicando pintura anticorrosiva a dos manos.
- Aplicación de carga de proyecto (precarga).
- Extracción de los desperdicios y desechos fuera de la cimentación y de la obra, producto de los trabajos antes mencionados.
Se recomienda que estos trabajos se hagan una vez al año como mínimo, según la velocidad de hundimiento de la zona.
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